Aparecía hace algún tiempo en la revista The Economist un interesante artículo (de pago), en relación al fenómeno del agrupamiento en redes sociales en línea. También me hago eco de una información publicada por el Daily Mail y la publicación de estudios académicos que cuestionan las redes sociales
En primer lugar el artículo de The Economist consideraba una "hipótesis obvia" que Facebook, Twitter y otras redes sociales incrementarán el tamaño de los grupos sociales humanos online dado que “reducen mucho la fricción (tirantez) y el coste que implica estar en contacto real con la gente". Argumenta también que “en estas redes los amigos adicionales son gratis, entonces, ¿por qué no decir que cuantos más tengas puedes sentirte más feliz o pleno?”.
Pues no parece tan clara esta relación, según los expertos en primatología. Según el artículo, parece ser que nuestra limitación natural para mantener control sobre nuestras redes sociales no va más allá de los 150 miembros. Es el famoso número de Dunbar, un antropólogo de la Universidad de Oxford que lo demostró en el estudio publicado en 1993 (Dunbar, R.I.M. (1993), Coevolution of neocortical size, group size and language in humans, Behavioral and Brain Sciences 16 (4): 681-735)
Este experto concluyó que en las redes sociales ("reales") tenemos que ser capaces de recordar quien está aliado con quién, quién es hostil hacia, a quién deseas o repudias e incluso cuál es el nuestro círculo de confianza. Algo que, evidentemente, queda fuera de control en las redes sociales donde solo podemos aceptar o no a alguien, pero no podemos observar estructuras relacionales profundas entre sus individuos como en el mundo real. Esto muestra su artificialidad e ineficiencia como generadores de comunidades humanas reales.
ACTUALIZACIÓN: Veremos si la nueva propuesta de red social de Foursquare, que en Europa solo funciona aquí en Amsterdam, es otra cosa ya que usa la Red para generar contactos en el mundo real... ¡Prepárense al más difícil todavía!
Otras de las conclusiones a las que llega el artículo de The Economist es que a mayor interacción grupal, más pequeño y estable es el grupo. Cuando echas un vistazo un vistazo a Facebook, LinkedIn, etc., y ves a gente con redes de varios cientos (incluso miles, como he podido ver) de contactos en su red social, comienzas a preguntarte si estos comportamientos son normales o simplemente son fruto de la necesidad de un exhibicionismo extremo y un afán de relevancia en el ciberespacio que no se tiene en el mundo real.
Parece ser que, según el artículo de The Economist, en el caso de alguien que dispone de una red social de unas 120 personas se ha demostrado que interactúa más o menos con 7 personas de forma habitual y próxima.
La conclusión es demoledora: No somos tan sociales como se empeñan en vendernos en todas estas artificiales redes sociales que además explotan nuestros datos personales comercialmente. Es más, como individuos de la especie humana continuamos construyendo e interactuando (incluso cuando utilizamos Internet) con los mismos pequeños círculos de intimidad y confianza que en nuestro mundo real (u offline).
Twitter o la perdida de la compasión
Otros dos recientes estudios de investigación sugieren que los impactos tan frecuentes de breves e incompletas actualizaciones informativas procedentes de sitios como Twitter son demasiado rápidos para ser procesados adecuadamente por "la brújula moral" de nuestro cerebro. Una situación que podría generar una pérdida de la compasión por parte de los usuarios intensivos de estas aplicaciones.
Hablando claro, y según lo explica un interesante articulo publicado recientemente en The Daily Mail, “el peligro radica en que los usuarios intensivos de Twitter y Facebook podrían volverse indiferentes al sufrimiento humano porque, sencillamente, no tienen el tiempo suficiente para reflexionar sobre estos repetitivos y fragmentarios micro-impactos informativos, ni para experimentar emociones ni sentimientos de proximidad y empatía sobre las circunstancias de sufrimiento de otras personas”.
Una conferencia interesante para ampliar el asunto
Isidro Maya es doctor en psicología y profesor titular de psicología social de la Universidad de Sevilla donde coordina el laboratorio de redes personales y comunidades. El pasado 4 de julio de 2009 impartió la conferencia titulada "Las redes sociales desde el análisis científico" durante el encuentro Las Redes Sociales en la Práctica: Educación, Ciencia, Política y Empresa, organizado por la Universidad Internacional de Andalucía en Sevilla. Aquí está el vídeo de su conferencia que también resulta muy enriquecedor para ampliar el asunto que abordamos. Muchas gracias, profesor Maya.
La frase del día
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